viernes, 22 de julio de 2022

PENSANDO EN LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA REPASO A TOCQUEVILLE. I

 En la última entrada decidí dejar de repasar a los clásicos y he elegido como nuevo objeto de análisis la obra de Alexis de Tocqueville La democracia en América. En la primera de las entradas escritas pensando en España y su actualidad vine a decir que  esta obra podía ser la que hace que la democracia se sacralizase. Pero la realidad es que Tocqueville compara la democracia en América con la democracia en Francia y países europeos, considerando que la primera es el modelo más acabado en su época, mientras que en Europa y en Francia, la democracia se entretiene en destruir. Si bien veremos que duda de la evolución que puede producirse en el sistema américano, mientras denuncia los vicios de la europea.

Los textos que se reflejarán son de la edición breve o selección de la parte cuarta del libro segundo de la obra, realizada por Rialp, en su versión digital, traducida por David Cerdá y con prefacio suyo.

Cómo mi objeto es hacer reflexionar sobre nuestra realidad política hoy, empiezo precisamente por su úlimo párrafo: Las naciones de nuestros días no pueden impedir que en su seno las condiciones sean iguales; pero depende de ellas que la igualdad las conduzca a la servidumbre o a la libertad, al saber o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria.

Ya con anterioridad tal como resalta el prefacio ha dicho que en cuanto libertad e igualdad siempre compiten -algo en lo que no pensamos demasiado- la igualdad puede llevar a aceptar diferentes formas, más o menos evidentes, de coerción propiciando que las personas prefieran la igualdad en servidumbre a la desigualdad en libertad.

Esta cuestión se hace hoy evidente para nosotros ya que pienso que de forma torticera también estamos en una democracia pendiente de destruir la que se constituyó en 1978 y lo hace llevando a una servidumbre que se confunde con libertad, pero que es en realidad preferir la irresponsabilidad, sin apreciar que al final del proceso no hay libertad alguna y la dictadura se evidenciará  ya formal y totalmente. Siervos y presos.

Como en toda serie, continuará.




jueves, 21 de julio de 2022

PENSANDO EN LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA REPASO LOS CLÁSICOS. V

Como el diálogo que nos muestra Platón sobre la República y la justicia es muy extenso y el estilo en él es el volver en distintos momentos sobre temas ya tratados, es imposible en una entrada acertar a un resumen adecuado y en conjunto sobre cada tema, más si además uno de los objetos del diálogo es precisamente ir demostrando la conexión de las cuestiones o temas desarrollados. Mi objeto es el hacer ver que desde el punto de vista de la naturaleza humana, sea cual sea la civilización de cada momento y los avances técnicos y científicos, sigue siendo prácticamente la misma. De otro lado, a medida que trasladaba los párrafos que elegía, en mi cabeza resonaba la palabra educación como solución y como problema.

Platón o Sócrates, como se quiera, también trata de la educación en varios momentos del diálogo y en uno de ellos se refiere a los malos filósofos y a los sofistas y también a la educación. Escojo de modo discontinuo; en el primero que parte de la verdad como amor principal del filósofo y de la preocupación por el ser, dice Sócrates:

...¿No es cierto que este hombre no se detiene en la mayoría de las cosas que parecen existir, sino que prosigue su camino y no cede ni renuncia a su amor hasta alcanzar la naturaleza misma de lo que existe, precisamente en aquella parte de su alma a la que conviene (y conviene por afinidad) intimar y tener contacto con la verdadera realidad? Por ese medio engéndrase la inteligencia y la verdad, procurándose así, en lo sucesivo, conocimiento, vida y alimento verdaderos que le preserven de los dolores del parto.

En el siguiente punto dice: 

Conviene examinar- proseguí- el motivo de que se corrompa en muchos esa naturaleza hasta el punto de que solo sean unos pocos los que escapan al apelativo de miserables para recibir el de inútiles. Y después de esto, vendrá la consideración de los que imitan esta misma naturaleza y se aplican a su actividad característica, lo cual permitirá comprobar cuáles son las almas que dirigiéndose a una ocupación de la que son indignas y para la que no están preparadas, delinquen abiertamente y procuran a la filosofía ese general descrédito a que tú te refieres.

Naturalmente, donde hay referencia a la filosofía cabe aplicar lo que se dice a cualquier otra ciencia o actividad. Más adelante sigue:

- También la corrompen y la apartan-proseguí- todas esas cosas que consideramos como bienes: la belleza, la riqueza, la fuerza del cuerpo, los parentescos que deciden en el gobierno de la ciudad y otras circunstancias por el estilo. Ya comprendes lo que quiero decir.

Partiendo de comparaciones entre que las plantas o animales que crecen en un medio poco adecuado y los hombres que viven en un régimen de vida que no es el suyo llevan peor esa situación que una naturaleza más débil, dice: ¿Convendrá, pues, Adimanto- dije yo- aplicar el cuento a las almas y decir que las más vigorosas se vuelven malas en grado eminente cuando reciben una mala educación? ¿O piensas que los grandes crímenes y la perversidad consumada  prenden mejor en un alma indigna que en un alma fuerte destruida por la educación? ¿Acaso una naturaleza débil podrá ser causa de grandes bienes y de grandes males?......

....... Y yo creo que si la naturaleza filosófica a que nos referimos recibe una educación conveniente, verán acrecentada en sí misma, necesariamente toda clase de virtudes. Ahora bien: sembrada, criada y alimentada en un lugar no adecuado, se desarrollará en sentido contrario, a no ser que algún dios le preste su ayuda. ¿O es que tú adoptas la opinión de la mayoría, que piensa que algunos jóvenes son corrompidos por los sofistas y concretamente por sofistas que de modo particular actúan sobre ellos? ¿No estimas como más lógico el que sean mayores sofistas quienes hacen tales manifestaciones, los cuales saben educar y moldear a su gusto a jóvenes y viejos, a hombres y mujeres?

- ¿Y en que ocasión lo hacen?- preguntó.

- Pues cuando reunidos en gran número en las asambleas, en los tribunales, en los teatros o en cualquier otra concentración pública, aprueban o desaprueban a gritos y con muchos estruendos algunos de los dichos o de las acciones cometidas, La gritería y los aplausos resuenan en la bóvedas y aumentan el estruendo de las censuras y alabanzas. ¿Cuál piensas que será el estado de ánimo del joven en una situación así? ¿O de qué naturaleza habría de ser la educación recibida para que ese joven se mantuviese firme, como un náufrago que no se deja llevar por la corriente de las censuras y de las alabanzas? ¿Es posible que se deje arrastrar por esa misma corriente y no llame buenas o malas acciones de aquellos, imitándolas en su totalidad?

- No hay duda que así procederá. 

Sócrates -dijo:

-Sin embargo-proseguí-, aún no he hecho alusión a la prueba más importante

-¿Y cuál es? -preguntó.

- La violencia de que hacen uso estos educadores y sofistas cuando no son capaces de convencer con sus palabras .¿O no sabes acaso que al que no obedece le castigan con la pérdida de su reputación, de sus bienes o incluso de su vida?

Ya hay bastante, estimo, de los griegos, aunque a no dudar no dejaríamos de encontrar motivos para seguir. Repasaré otros clásicos.



jueves, 14 de julio de 2022

PENSANDO EN LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA REPASO LOS CLÁSICOS. IV

Seguiré hoy en la línea de las tres anteriores entradas, todavía con Platón y sus diálogos sobre la República o de la Justicia y con la forma de gobierno de la democracia. En la segunda de  estas entradas, empezaba recogiendo una parte en la que Adimanto a lo dicho por Sócrates nos decía: "de esta manera se produce el establecimiento de la democracia, unas veces haciendo uso de las armas, otras por el temor que se apodera de los demás y les obliga a retirarse."

Esta afirmación venía de que, con anterioridad, Sócrates había dicho: La democracia se origina, a mi entender, cuando los pobres después de vencer a los ricos, a unos les dan muerte, a otros los destierran y a los demás les reservan equitativamente cargos de gobierno que, en este sistema, suelen otorgarse por sorteo.

Traigo aquí esta parte del diálogo porque en el transcurso de los diálogos en relación a la igualdad como fruto de la democracia se hace referencia en muchas ocasiones a pobres y ricos y ahora quiero poner algo de lo que dice Aristóteles en La Política:

Al decir de los partidarios de la democracia, la justicia está únicamente en la decisión de la mayoría; y si nos atenemos a lo que dicen los partidarios de la oligarquía, la justicia está en la decisión de los ricos, porque a sus ojos la riqueza es la única base racional en política. De una u otra parte veo siempre la desigualdad y la injusticia. Los principios oligárquicos conducen derechamente a la tiranía; porque si un individuo es más rico por sí solo que todos los demás, ricos juntos, es preciso, conforme a las máximas del derecho oligárquico,  que este individuo sea soberano, porque solamente  él tiene derecho a serlo. Los principios democráticos conducen derechamente a la injusticia; porque la mayoría, soberana a causa del número, se repartirá bien pronto los bienes de los ricos, como he dicho en otro lugar.

Finaliza Aristóteles en este Capítulo I del Libro Séptimo De la organización del poder en la democracia y la oligarquía, diciendo una frase que puede dar mucho que pensar, sobre todo según como se considere la igualdad y la justicia de acuerdo con la consideración que se tenga de la igualdad. Dice: La debilidad reclama siempre la igualdad y la justicia; la fuerza no se cuida para nada de esto.

Vuelvo a Sócrates y la situación del joven que empujado por la oligarquía alcanza un sentimiento de pudor que  endereza su vida pero en la que pronto aparecen otros deseos. Y unos comentarios más adelante dice:

Después de vaciar y de purificar el alma de este joven, cual si se tratase de un iniciado en grandes misterios, llevan a él un gran acompañamiento de figuras coronadas, entre las que se cuentan la soberbia, la anarquía, el desenfreno y la desvergüenza. Y las llenan de encomios y de halagos, llamando por ejemplo a la soberbia, buena educación; a la anarquía, libertad; al desenfreno, magnificencia y a la desvergüenza, virilidad. ¿Y no es de este modo, -pregunté-como el joven deja de satisfacer sus deseos necesarios en los que había sido inculcado, para volver a la vista de la libertad y a la disolución que suponen los placeres innecesarios e inútiles.?

Acabo con un párrafo posterior:

Como que pasa su vida-añadí- ininterrumpidamente entregado al primer deseo que se le presente, bien embriagado tocando la flauta o bebiendo sólo agua y desnutriendo su cuerpo, bien ejercitándose en la gimnasia e incluso reduciendo al mínimo su actividad y despreocupándose de todo, cual si pensase únicamente en la filosofía. Muchas veces participará en la administración pública y, subido a la tribuna, dirá y hará todo lo que se le antoje. Pero llega un día en que siente envidia de los guerreros y allá se va a la milicia; o se entrega a los negocios, si la ocasión le es propicia. Así, pues, no hay nada ordenado ni invariable en su vida, que, por encima de todo, le parece agradable, libre y feliz, y así la llama y usa de ella.

Como siempre mucho sigue a esto, y a poco de esta parte pásase a hablar de la tiranía, no sin apuntar antes que este modo de vida descrito se verá con admiración tomándolo como modelo.


domingo, 10 de julio de 2022

PENSANDO EN LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA REPASO LOS CLÁSICOS. III

Comprendo que en estas entradas en las que prefiero reflejar, en las versiones traducidas, el texto tal como los clásicos lo producen, no sean lo más ameno, pero estamos viendo que la democracia es su protagonista. Los textos nos revelan una evolución de los regímenes o formas de gobierno. En nuestra realidad la evolución se está produciendo, éramos niños con un juguete nuevo, pero siempre los hay más mayores y más malos y no educados como lo hicieron nuestros padres o nuestros maestros. Creo cada vez con más certeza, cosa que parece imposible, que no hay democracia si no hay hombres éticos y morales y preparados para el gobierno, con sentido preciso de la igualdad matizada por la equidad y la buena educación libre y sin ánimo de dominio o extinción de la personalidad; ésta es precisamente la base  de la igualdad y la libertad, sin que la que no existe democracia de verdad. Y hay que decirlo cuando no es así y repasar nuestra herencia de la anterior sabiduría y experiencia.

Los diálogos de Platón son una fuente de conocimiento de lo que ocurre cuando no son ílos mejores los que gobiernan y la educación se pervierte.

martes, 5 de julio de 2022

PENSANDO EN LA ACTUALIDAD ESPAÑOLA REPASO LOS CLÁSICOS. II

La democracia además de sus varios sentidos bien se refiera desde un punto de vista liberal o social comunista, es también una figura sacralizada por la contemplación de la democracia americana por los franceses y, quizá, por el máximo representante Tocqueville, del que en algún momento habrá que hacer referencia. Pero voy a seguir por los clásicos griegos Platón y Aristóteles ya que ambos se ocupan de las distintas formas de gobierno y en los que quedan claramente señalados los vicios o corrupción de cada una de ellas, centrándome en la  democracia, que, en mi opinión contemplo hoy bastante presentes. 

Platón a través de los diálogos de Sócrates  explica cómo los vicios de cada forma conduce a otra. Así de la monarquía se va a la timocracia, de ella a la aristocracia, de ella a la democracia y los de ésta conducen a la tiranía. Sin embargo de la democracia en Platón y Sócrates es más difícil seleccionar como hice en la entrada anterior, por lo que ahora transcribiré será más extenso y sin cortes para que el lector pueda tener más información y ver el método socrático de ir a conclusiones que conducen a un final diferente. Veamos parte del largo diálogo de Sócrates con Adimanto, partiendo del segundo:

De esta manera, -dijo -, se produce el establecimiento de la democracia; unas veces haciendo uso de las armas, otras por el temor que se apodera de los demás y les obliga a retirarse.

- ¿Podrás indicarme entonces- pregunté- cuál será el carácter distintivo de este régimen y cuál su constitución? Porque está claro que el hombre que se corresponda con él se presentará como el hombre democrático.

- Sí lo está- contestó.

- En primer lugar ¿no contará el régimen con hombres libres y no se verá inundada la ciudad de libertad y de abuso desmedido del lenguaje, con licencia para que cada uno haga lo que se le antoje?

-Eso es lo que dicen- afirmó.

-Si esa licencia existe, es evidente que cada uno dispondrá su propia vida en la ciudad de la manera que más le guste.

-En efecto

-Creo yo- añadí- que en un régimen de esa clase habrá hombres de todas las procedencias.

-¿Cómo no?

-Es muy posible- dije yo- que sea también el más hermoso de los regímenes. Pues así como resplandece hermosura  un manto artísticamente trabajado y adornado con toda clase de flores, no otra cosa ocurre con un régimen en el que florecen toda clase de caracteres. Y quizá -proseguí- haya muchos que como los niños y mujeres enamorados de todo artificio, consideren ese régimen como el más bello.

-Dese luego-dijo.

-¡Ah!, mi querido amigo -exclamé -, la ciudad de la que hablas es la más apropiada para toda clase de  regímenes políticos. 

-¿Por qué?

-Porque esa misma licencia permite toda clase de constituciones. Lo cual hará posible organizar la ciudad a gusto de cada uno, al modo que hacíamos nosotros. Vaya, pues, quien quiera un régimen democrático, donde podrá elegir. como en un bazar, el sistema que más le agrade. Una vez que lo haya elegido, se asentará en él y se adaptará a sus leyes.

-Quizá -dijo-no carecería de modelos para obrar así.

-El que en esa ciudad no haya necesidad de gobernar -argüí-, ni de que se imponga esto a quien pueda hacerlo, como tampoco de ser gobernado, si uno no lo desea, o el no entrar en guerra cuando los demás así lo hacen, o el mismo hecho de no vivir en paz, si así lo quieres, a despecho de que la prefieran los otros, e incluso aunque la ley te prohíba gobernar y juzgar, el prescindir de esas mismas acciones, ¿no te parece todo ello verdaderamente extraordinario y agradable, ya sin parar mientes en otra cosa?

-Posiblemente lo sea - contestó, por lo menos de primera intención .

-Pues qué, ¿no resulta admirable la mansedumbre con que se reciben a veces los castigos? ¿O es que no has visto que en un régimen como este a hombres que, después de haber sido condenados a muerte o al destierro, permanecen todavía en la ciudad y siguen paseando por ella cual si fueran héroes, entre gentes que ni les prestan atención ni se preocupan de mirarlos?

-He visto a muchos -repuso.

¿Y te has fijado en esa indulgencia reñida con todo espíritu mezquino, pero que desdeña cuantas cosas exigíamos nosotros para la fundación de nuestra ciudad, hasta el punto de quien no dispusiese de una naturaleza extraordinaria no podría convertirse en un hombre de bien, de no haber jugado de niño entre cosas hermosas que le inclinasen luego a otras semejantes? Parece como si se  pisotease todo ello con verdadera generosidad, sin pensar en la educación que han recibido los que llegan a ostentar los cargos públicos. Muy al  contario, se prodigan honores  a todo aquel que pregona una sola cosa: su favorable disposición hacia la multitud.

-Mucha generosidad revela eso -dijo.

-Pues estas y otras análogas -advertí- son sus características de la democracia. Se trata, según parece de un régimen agradable. sin jefe, pero artificioso que distribuye la igualdad tanto a los iguales como a los que no lo son.

-Es bien comprensible lo que dices afirmó.

Por hoy me detengo aquí, pues se pasa a un punto XII donde continúa el diálogo, no sin apreciar cierta "retranca" en Sócrates, pues pensando en España como hago, encuentro características de esta democracia. Pero, el  texto aquí y su pensamiento, lectores, libre o según educación. Seguiremos, si así lo quieren, al menos yo seguiré.


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