Entre las muchas definiciones de la Administración recuerdo que alguna la describía como la gestión de lo pequeño. Y ello lleva a considerarla como algo cotidiano y también a destacar la labor de mantenimiento de nuestros bienes y prevención para su conservación. Es una idea común a lo privado y a lo público.
He reiterado el predominio de lo político sobre lo administrativo y los ejemplos son interminables. Pero hoy voy a ser breve. Se dice que los árboles no nos dejan ver el bosque, pero dudo que la política sea un árbol o los árboles y tampoco la Administración; sin embargo los árboles de la política no nos dejan ver el bosque de la Administración. Va un video que he recibido y justifica mis palabras.
Aparte de que oirán un acento valenciano nada "normalizado", es un ejemplo del porqué se reclama de la Confederación hidrográfica la eliminación de cañas antes de las lluvias. Pero también nos indica, quizá, la falta de medios y la irregularidad del gasto en exceso de burócratas y escasez para contratas o personal laboral, antes obrero. Mantener lo pequeño es mantener lo grande y lo importante, de modo que lo importante primero es la acción diaria pequeña, sin brillo y eficaz. En términos vulgares menos mamandurria y más tareas, y las funciones de un Gobierno como el actual para el teatro que es lo que parecen las Cortes españolas, alentado por la TV.
Pero la CHJ dice que lo de las cañas es cosa de los Ayuntamientos. Vamos sigue siendo problema administrativo.
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