Trabajando en el Capítulo VI de mi obra Juridicidad y organización en la Administración española, dedicado a la burocracia acabo de escribir lo que sigue y he considerado en compartir en este Blog:
"De este modo se produce esa oligarquía que domina las organizaciones y
los que llama Michel “conducidos”, o sea los ciudadanos, quedan al margen de
las decisiones que, según vemos en la obra de Baena, la van a tomar las
oligarquías de los distintos partidos, grupos sociales y de intereses;
apareciendo algo que el modelo weberiano no contempla que es esa red de
relaciones con sus puntos de conexión, que en el Estado tiene como escenario la
Administración pública. Y aquí hay que volver al profesor Baena y su concepto
de cúpula organizacional que resume diciendo: Puede considerarse cúpula
organizacional al conjunto de relaciones que mantiene el subsistema
político-administrativo con los demás subsistemas económico, ideológico o de
creencias, de comunicación o información, y técnico. De la cúpula dependen
organizaciones concretas que ejecutan o cumplen los fines a que se refieren los
diversos subsistemas[1]. De este modo, los partidos
políticos forman parte de esta red de relaciones, aunque su influencia en la
configuración de los dirigentes y cargos políticos es indudable. Pero lo que
nos muestra Baena es una imagen del dirigente reducida frente a la amplitud de
la cúpula, si bien él y el partido del gobierno o el que tiene mayoría en él, son los que van a manejar, traducir y transformar en decisión concreta y,
normalmente, jurídica, la información y peso general del resultado de todas las
relaciones. Pero este es un plano específicamente social y político, previo a
la norma o ley o, incluso, al margen de ella.
Por su parte Michels también, en su contemplación de la democracia y la
oligarquía, es consciente de la existencia de unas tendencias que se oponen a
la democracia y de estos grupos que en toda asociación nacen, no con la
amplitud referida por Baena, pero sí de este modo: Desenmarañar y formular
en detalle el complejo de tendencias que se oponen a la realización de la
democracia, son cuestiones de dificultad suma. Podemos intentar, sin embargo,
el análisis preliminar de ellas. Encontraremos que son calificables en
tendencias que dependen: 1) de la naturaleza del individuo humano; 2) de la
naturaleza de la lucha política; y 3) de la naturaleza de la organización. La
democracia conduce a la oligarquía y contiene necesariamente un núcleo
oligárquico. Está muy lejos de la intención del autor, al formular este aserto,
el propósito de enjuiciar a ningún partido político, ni a sistema alguno de
gobierno, para que respondan a un a una acusación de hipocresía, Esta ley,
característica especial de todo conglomerado humano tiende a crear camarillas y
subclases, está como toda ley sociológica más allá del bien o del mal.
Weber pues se manifestaba o limitaba al modelo formal y todo lo antedicho nos lleva a la distinción entre lo formal y la realidad; lo primero como deseo y, se quiera o no, bien hipotético manifestado en la ley y la realidad en un análisis de lo que ocurre en la práctica bien como evaluación del cumplimiento de la ley, bien como manifestación de la desviación del sistema y del fin declarado como común. Y lo que nos dice Michels afecta también a la Administración pública al funcionario y de ahí que unos sean burócratas por su poder y otros simples peones. Pero es que la Administración - y la Política como tal- que tiende a formalizar tanto el derecho como la organización, es el centro de las relaciones que configuran la cúpula organizacional. Es por ello que la Administración no puede ser considerada sólo desde la ciencia jurídica y la organización sólo desde la estructura. Las tendencias de Michels y las relaciones destacadas por Baena son también organización y bases de su configuración y decisiones.
Lo que nos señala Michels es que toda organización tiende a la
oligarquía, pero debemos considerar que su importancia social dependerá de qué
tipo de oligarquía y en este trabajo y en el modelo weberiano se funda en el
saber, técnica, experiencia, profesionalidad y sin dejar de lado la moralidad.
Precisamente factores oligárquicos. Sin olvidar, que la ley está por encima de
todo sujeto, lo que se manifiesta claramente en estos clásicos, pero con la
realidad de tener que conocer la de cómo se ha configurado dicha ley y para analizar las normas, para atender al Derecho, sobre todo en dicha moralidad y
en su universalidad y la del hombre."
Espero que interese.
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