miércoles, 9 de diciembre de 2015

LA ADMINISTRACIÓN BASTARDEADA

Muchos jóvenes valencianos y los ciudadanos de otras poblaciones gobernadas por la más rancia y antigua izquierda - si la educación actual y los sindicalistas que la gobiernan no les han desinformado y lavado el cerebro -, comprenderán porqué aún  todos nuestros políticos siguen hablando del franquismo y aún parezca que Franco es el que gobierna. Y es que hay que evitar la comparación entre la administración en su período y la actual, pues ésta saldría malparada y, además, se comprendería porqué se llegó a una guerra civil y la penuria  y pobreza que siguió y la recuperación que permitió que llegará la transición que estableció la vigente Constitución  y que en casi 40 años nos empobrece moral y políticamente, rompiendo esperanzas y llevándonos al peor de los pasados. Se ignora nuestra historia y repetimos errores. Nuestra Administración municipal, la del municipio de Valencia, está dando múltiples ejemplos de totalitarismo absoluto.

Perdonen este discurso de viejo, en un mundo que nos desprecia y nos niega nuestra contribución y eleva a ignorantes totales a las cotas de poder, pero es que quiero atender a la conducta que en Valencia, desde la absurda Conselleria de Transparencia,  se mantiene proponiendo cosas a los funcionarios que llaman la atención, mientras nos ofrece la idea de la transparencia como un medio de control interno a través del funcionario, cuando es una función de gobierno.  La funcionarial es el control de legalidad y eficacia y la ación administrativa correspondiente. Dicha Conselleria, en su Decreto de organización, dispone  Artículo 1. Competencias de la Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación

La Conselleria de Transparencia, Responsabilidad Social, Participación y Cooperación es el máximo órgano encargado de la dirección y ejecución de la política del Consell en materia de transparencia de la actividad pública, participación de la sociedad civil y ciudadana, responsabilidad social de la administración, fomento del autogobierno y desarrollo estatutario, cooperación al desarrollo y solidaridad.

Nunca competencias tan vagas y generales, con tan poco que administrar, han llegado a tanto y se muestran tan inútiles, pues nunca un Conseller puede obligar a los otros o administrar una obligación o deber general, salvo que tenga el poder de un presidente de gobierno o estado. Y digo esto, pues, aunque se dice que la circular, que luego comento, procede del Consell, su Presidente dice desconocerla. De esta circular, no sé si con pretensiones de modernidad o racionalidad, resulta lo que sigue:


Según la prensa y posterior reacción sindical, desde el mencionado órgano se ha ordenado a los funcionarios de las Consellerias regidas por miembros del partido de Compromis, cogobernante con PSOE o PSPV, rastrear la gestión de la etapa del PP. Lo que vemos en realidad es una especie de circular que contiene una Ficha para la recogida de información sobre malas prácticas de gobierno. En consecuencia, no se dirige en principio a la actuación del anterior gobierno y partido en el poder, sino que afectaría también al actual, y si sólo ha sido enviada a las Consellerias de uno de los partidos en el Gobierno y no al de su Presidente, la cosa queda bastante fea, más que si se trata de criticar al gobierno anterior. Se dice en el "papelito" que recoge la prensa y en  valenciano (según variantes, catalán para algunos), que traduzco para todos, que el objetivo es sistematizar información sobre malas prácticas en el gobierno y gestión de la Generalitat Valenciana en los últimos años (esta es la causa principal de que se piense que se dirige al gobierno del PP). Más allá de los conocidos casos de corrupción existen situaciones que podemos denominar como irregulares, a veces con derivaciones legales (pero no siempre), que también afectan de manera importante al funcionamiento de nuestra administración generando inercias, duplicados, mal uso de recursos (humanos y materiales), incumplimientos normativos... que hacen que la Generalitat Valenciana no sea eficiente ni eficaz en la aplicación de su políticas.

Con esta ficha recopilaremos información siguiendo un esquema de manera homogénea para después reunirla en un único documento sobre el mal gobierno de la Generalitat y, lo que es más importante, señalar las medidas necesarias para poder resolver los problemas que se detecten.

La ficha deja espacio para poner la Conselleria, el centro directivo, el enunciado de la mala práctica, periodo temporal de los hechos descritos y el asunto.
Los asuntos por temas que se listan son los siguientes.

Gestión de personal (comisiones de servicios, acceso, adscripciones, niveles, dotación de servicios, distribución de recursos humanos...)
Gestión presupuestaria (grado de ejecución, sobredimensionamiento...)
Gestión de caja fija.
Contratación (asistencias técnicas, externalizaciones....)
Subvenciones ( ayudas, convenios, colaboraciones....)
Proceso legislativo(plazos, desarrollos reglamentarios, informes previos...)
Disfunciones organizativas (duplicidades e ineficiencias de tareas, procedimientos, normas. servicios, instrumentos,aplicaciones...)
recursos tecnológicos e informáticos.
Riesgos laborales y de salud.
Mal uso de los medios públicos (energía, vehículos, telecomunicaciones, reprografía.
Otras (definir).

Visto lo reproducido, un si fin de cuestiones me vienen a la mente. Quizá lo primero sea el considerar que todas las cosas que se enumeran lo normal es que sean conocidas por la Administración para su buen funcionamiento o, simplemente, para que sea tal y no un "desgavell", como se dice por aquí en Valencia; es decir, desbarajuste. Lo segundo, es lo ya dicho respecto de la Conselleria que realiza la recogida de información y que tiene que ver, según se dice, toda ella con la transparencia y si ésta, también como se ha dicho, no es más que una obligación, su cumplimiento y su efectividad corresponde a toda la organización pública y, por tanto, es sistema de actuación de todas las consellerias y si se incumple o da lugar a reclamaciones ha de ser objeto de inspección y control de la cabeza de máxima responsabilidad, por lo menos para que se tome en serio el tema. Y si es obligación de cada departamento administrativo, la recogida de información ha de ser sencilla, el pan nuestro de cada día y el simple desarrollo diario de las funciones administrativas y del ejercicio de la jerarquía, y los datos han de estar siempre disponibles para atender a las posibles peticiones, estadísticas, realización de informes, propuestas, reformas y políticas públicas. Y por encima de todo una tecnoestructura y un cuerpo de inspección administrativa, encargados de analizar permanentemente todos los datos para mejorar la acción administrativa y las estructuras y, en coordinación con los órganos encargados de la hacienda pública, administrar el presupuesto.

Es lo que conocemos como el núcleo duro y superior de la Administración general, aunque la hacienda se muestre organizada como cuerpos especializados. Corresponde a los departamentos administrativos que se denominan como horizontales, porque afectan a todos los restantes y sus políticas públicas lo son para la propia organización, aunque transciendan al público, principalmente, por razón del gasto que implican o de su mayor o menor eficacia; hechos por lo que no son simple administración o asistencia al poder sino administración pública que sirve a intereses generales y que ha de ejercer control sobre la acción política ineficaz, ineficiente, excesivamente costosa, irracional, inútil o inadecuada. La Conselleria de Transparencia, que ya habrán comprendido que me parece un exceso organizativo y un nido de propaganda o camelos al día, parece presentarse como una más de las horizontales, pero así como la de hacienda tiene el poder del presupuesto y la de administración pública el de los recursos humanos; ¿que arma tiene la de transparencia?, quizá, el "ahora voy y lo cuento". ¿Cual es su política pública propia?; ya lo hemos visto, las vaguedades que recoge el decreto que la organiza o, puede ser más cierto, el mangoneo de alguien del bipartito que obtiene información contra la otra parte. Todo ello por no ser tan cruel como decir que no tienen ni idea, que han llegado personas que lo desconocen todo, que no se fían de los funcionarios, ni de ellos mismos; que están desorganizados, "bipartidos", que no tienen más política que atacar al PP, la derecha, el franquismo y la iglesia, para ir tirando en la prensa.

Para postre, salen los sindicatos UGT, CCOO y CSIF  califican el invento como "requisito inquisitorial", otros dicen que se trata de delatar o que es una vergüenza, una barbaridad, y que si se trata de detectar ineficacias, para eso ya está la inspección general de servicios; que los funcionarios conocen que han de denunciar los delitos, etc. En fin, un dislate descomunal que manifiesta una ignorancia supina sobre la administración pública, sus fines, su servicio al derecho y al interés público y de los ciudadanos y que la trata de bastardear dedicándola al servicio de intereses de grupo y, por lo tanto, bastardos y espurios bajo la manida transparencia que es simplemente el deber de informar a los ciudadanos y rendirles cuentas de la gestión realizada y de responder ante ella. Y, además, para dar mejor imagen resulta que o bien el Presidente no sabía nada o, visto el panorama, dice no saberlo; con lo que o miente o no se enteraba de que le están haciendo la cama. No se libra nadie, salvo los sindicatos que, por una vez, cumplen su deber y no sirven a  facción o partido político o se dedican a ejercer la abogacía como asistencia a los funcionarios.

No es que lo crea, mientras no mejore nuestra educación y desaparezcan los actuales "pan y circo" ,pero esperemos tiempos mejores.

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