En Valencia, este fin de semana, Les Corts han sido noticia en la prensa diaria, ya que con motivo de una ampliación física de sus locales tienen que adquirir mobiliario. Pero el importe de los gastos es lo que ha provocado diversos comentarios. Así en las Provincias del sabado puede verse este y el siguiente editorial y el domingo una detallada referencia de los gastos, enlaces en los que el lector puede hacerse una idea de la situación. En Valencia durante la presidencia de D.Julio de España los diputados gozaron de espléndidos regalos navideños y los gastos de protocolo se triplicaron.
Lo que nos cuentan, estoy seguro que no es un problema único de las Cortes Valencianas sino que es común a los poderes legislativos autonómicos, pero al margen de lo impresentable de la cuestión en estos momentos económicos, lo que me sugiere la situación es un comentario más general y político respecto de nuestros diputados y "representantes" del pueblo, pues amparándose en su "excelsitud" y categoría parecen considerarse el ombligo del mundo en virtud de su consideración de electos. Estos poderes legislativos de segundo orden se consideran el máximo poder en su territorio, a nadie subordinados y hasta sus reglamentos organizativos tiene valor de ley y sus funcionarios leyes especiales. Nuevos reyes soles aparecen en el firmamento y sólo se someten, con matices, a las leyes estatales básicas y orgánicas y por supuesto a la Constitución española reinterpretada y acomodaticia.
Son electos se dice, pero lo son por el partido de turno y en él se refugian, amparan, sirven y obedecen, pues de él obtienen sueldo, dietas, pensiones e indemnizaciones al cese. Fieles vasallos del partido a él trasladan toda responsabilidad y sean listos o ignorantes, trabajen o no, perciben su estipendio y gozan de sus privilegios. Estos poderes, son también Administración pública, no en el sentido que nos ha venido ofreciendo el Derecho administrativo y la Ley de la Jurisdicción, pero sus actos son controlables por ésta salvo que se amparen en el señalado rango o valor de ley. Muchas de sus actuiuaciones debían someterse a las leyes comunes y no ampararse en regulaciones especiales. Se ha constituido una casta privilegiada que depende de los partidos políticos o lo que es lo mismo de los poderes ejecutivos, normalmente presididos por quien domina el partido. No son diputados, no son representantes del pueblo, son burócratas obedientes y, además, gastan sin freno. El partido sabe que buena parte de los españoles votan a un partido o contra un partido y que tienen un buen número de votos garantizados, ¿qué importa entonces quién vaya en las listas? Además esta situación es preferible a que te salga un diputado o varios contestarios que te cambién lo decidido por el partido.
Es exacto que la división de poderes está muerta como dijo Alfonso Guerra, !bien debía de saberlo! No hay ni siquiera dignidad. Materialmente vamos a llegar al socialismo por la subvención o la inanición y muerte por individualistas y con la contribución de la llamada derecha. Al final le van a dar la razón al Franco o sus consejeros y asesores y demostranos que partidos, sindicatos y nacionalismos son los males de España. Pero no piensen que si se deshace España se acaban los males, pues permanecerán en cualquier territorio, nación o país, salvo que reaccionemos a tiempo.
Una desaparecida anciana, muy conocida por su presencia en los aledaños del Palau de la Generalitat, Corts y Consellerias cercanas, que vestía impolutamente de blanco con falda avolantada, su moño y un rollo de papel higiénico colgando del cuello, cuando veía pasar por delante de ella grupos de personas trajeadas, decía despectivamente !Políticos! Tenía razón, cómo si no iban a tener para comprar traje.
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