lunes, 19 de octubre de 2020

AHORA LA EDUCACIÓN.

Estamos viendo cada día ataques a la esencia de las instituciones que son fundamentos de nuestra democracia y Estado. De otro lado, he dicho muchas veces que no tenemos Administración y actualmente nuestra administración sanitaria ha perdido buena parte de la consideración ciudadana y se ha afectado a la eficacia y gestión de los servicios sanitarios. Ahora es la educación el objeto de una intervención que afecta a su fin esencial eliminando o suspendiendo los procedimientos que pueden  hacer comprobar su eficacia y su valor.

El Real Decreto Ley 31 2020 de medidas urgentes para la educación, menos en el nivel universitario, establece, por cuestiones realmente administrativas y de gestión, unas decisiones que pueden afectar gravemente a la calidad de la enseñanza y en consecuencia a la formación y preparación intelectual de los españoles en un futuro próximo y que en el fondo, por ello mismo, es un paso adelante más para la dominación totalitaria que nos está invadiendo.

Dos medidas, me han llamado la atención que se fundan en los problemas creadas por la pandemia del coronavirus es las que se prevé un aumento de interinos en la enseñanza y el agotamiento de las listas existentes para su nombramiento, que exigirán de más nombramientos y con base en ello se exime a los nuevos interinos del título oficial de posgrado que acredite su formación pedagógica y didáctica, o formación equivalente y respecto de los alumnos la repetición de curso se consolida como algo de carácter excepcional.

Concretamente su artículo 5 dice:

1. Las administraciones educativas podrán autorizar la modificación de los criterios de evaluación previstos para cada curso, y en su caso materia, con el fin de valorar especialmente los aprendizajes más relevantes e imprescindibles para la continuidad del proceso educativo y la capacidad del alumnado para aprender por sí mismo y para trabajar en equipo, y en el caso del bachillerato, para aplicar los métodos de investigación apropiados.

2. Los centros docentes, de acuerdo con lo regulado en su caso por las administraciones educativas, podrán modificar, de manera excepcional los criterios de promoción en todos los cursos de Educación Primaria, y de Educación Secundaria Obligatoria, así como en la correspondiente promoción de primero a segundo de Bachillerato. La repetición se considerará una medida de carácter excepcional que se adoptará, en todo caso, de manera colegiada por el equipo docente en función de la evolución académica del estudiante, globalmente considerada, sin que pueda ser la causa únicamente las posibles materias que pudieran quedar sin superar en la Educación Secundaria Obligatoria y en el Bachillerato.

De otro lado el artículo 6 estableceLos equipos docentes adoptarán las decisiones relativas a la obtención del título de acuerdo con lo regulado en su caso por las administraciones educativas, de forma colegiada, basándose para el de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria en la adquisición de los objetivos generales establecidos para la etapa y el desarrollo de las competencias, y en el de Bachiller, en la evolución del alumno o alumna en el conjunto de las materias, y su madurez académica en relación con los objetivos del Bachillerato y las competencias correspondientes. La decisión de titulación se adoptará garantizando la adquisición de los objetivos generales de la etapa de manera que permitan al alumno o alumna continuar su itinerario académico y, en consecuencia, no quedará supeditada a la no existencia de materias sin superar para el acceso a ambas titulaciones. En todo caso para la obtención del título de Bachiller será necesaria una calificación media igual o superior a la requerida para la superación de cada materia.


Una tercera medida es la suspensión de las evaluaciones finales de cada etapa y, por tanto, no se calibrarán los conocimientos previstos en los artículos 21 y 29 de la Ley orgánica 2/2006.

Se podrá decir que las medidas son temporales, pero quien tenga experiencia jurídica y administrativa podrá decirnos de las muchas temporalidades que se han hecho permanentes. Por ejemplo es claro que los nuevos interinos cuando acabe la situación pedirán que se les siga no exigiendo el título del que se les eximió. A la temporalidad existente y sus problemas de gestión y jurídicos se le añade la temporalidad sin requisitos necesarios. Se me dirá que no es un problema jurídico pero sí lo es de carácter administrativo y de gestión (presiones de continuidad en el empleo, huelgas, posgrados descafeinados, ventajas en las pruebas de acceso, etc.) Todo, además,
cuando la inspección educativa ha perdido peso y la evaluación es otra "ensoñación".

De otro lado, no creo que hiciera falta todo el contenido que tiene este decreto-ley, pues con algunas transitorias en la ley vigente podía haber bastado y nos ahorrariamos tanta retórica. Parece un paso más de avance totalitario y de anulación de la personalidad, contraria al artículo 10 de nuestra Constitución que considera el libre desarrollo de la personalidad como fundamento del orden político y de la paz social. La personalidad es del individuo y sí se le rebajan contenidos y campos de estudio y se rebaja la calidad del profesorado se rebaja todo. Al final es la sociedad la que sufre y disminuye en su consideración internacional, pues cada institución es peor cada día, pues sus componentes son peores y se pierde el sentido del fin de las mismas. Se retrocede, no se avanza.

En definitiva, un profesorado sin fuerza y muchos sin formación ni experiencia; unos alumnos sin aliciente para el estudio ni conciencia de su importancia. Un "no pasa nada pasaré de curso", "ya iré aprobando", etc. Un descenso en personalidad y preparación en todos. Sin evaluación de conocimiento, ni repeticiones de curso el profesor acabará siendo un molesto charlatán que nos impide disfrutar de la vida, del móvil y la mente no estará con él y lo que dice; además de que lo que dice pueda no tener ningún sentido ni ciencia alguna, ni pedagogía, ni método o ser deformante o mero transmisor de consignas políticas.

Y aunque se excluya del Decreto a la enseñanza universitaria ¿qué preparación tendrán los alumnos que lleguen a ella y los mismos profesores? Si no se ha rebajado bastante ya en las universidades el nivel de conocimientos y el tiempo de adquisición de los mismos, ¿qué pasará en el futuro?

Repito, un paso adelante más hacia el rebaño, de una igualdad material y de pensamiento, que no ante la ley, que el totalitarismo necesita para triunfar y una cuestión de gestión, de buena administración afecta al futuro personal de muchos españoles y al de España en consecuencia, ¡cómo si esta nación no tuviera bastantes problemas¡.

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