miércoles, 25 de junio de 2008

NUEVAS TECONOLOGÍAS Y GOBIERNO Y ADMINISTRACIÓN


Desde que he abierto el blog y he entrado en contacto con la denominada blogosfera pública estoy permanentemente teniendo que asimilar nuevas ideas y tendencias, visiones y preocupaciones diferentes de aquellas que son las mías, que mis lectores ya saben que conectan más directamente con los aspectos jurídicos y de Ciencia de la Administración entendida como aquella que se dirige a conocer cómo se administra y a establecer las reglas de la buena Administración pública. Ambas cuestiones suponen la apertura de muchas líneas de investigación y actuación y la inclusión de perspectivas muy variadas. Por ello la Ciencia de la Administración para mí es una disciplina de las muchas que debían constituir unos estudios exclusivamente dedicados a la Administración pública, sin perjuicio de su clara conexión con la Ciencia política. La unión actual de ambas en el nivel universitario perjudica, desde mi punto de vista, a la Ciencia de la Administración y hace que su estudio se realice por aquellos centros y escuelas que incluyen en ella cuestiones relacionadas con la administración de empresas y sus enfoques.

Viene esto a cuento por la lectura del post de Iñaki en el blog Administraciones en Red sobre el Open government u oGov, concepto que queda perfectamente explicado en el mismo. ¿Pero que me pasa a mí cuando leo estas ideas? Sin perjuicio de que las considero de plena validez y de la conexión que tienen con la Administración en red y sus indudables aplicaciones y ventajas, la verdad es que me parecen collares nuevos para perros conocidos. Vale, hemos de utilizar los collares y son validos para cumplir los fines que se persiguen, pero no puedo evitar dejar de pensar que son “collares”; es decir simples técnicas. A pesar de mis años sigo preocupado por saber qué es el Gobierno, para qué está y que es una Administración pública y porqué son poder público ambos. Esto es lo importante: que ambas instituciones cumplan con sus fines y siempre nos reconforta la lectura de los clásicos porque nos ofrecen la esencia y el fundamento. Mis mayores insatisfacciones y malestares se suelen producir cuando no se cumplen esos fines y, sobre todo, cuando siento la injusticia imperar.

Escribo palabras de Alejandro de Olivan en De la Administración Pública con relación a España en la década de 1840: “El Gobierno es el Poder Supremo considerado en su impulso y acción para ordenar y proteger la sociedad, y la Administración constituye el servicio general o el agregado de medios y el sistema organizado para transmitir y hacer eficaz el impulso del Gobierno y para regularizar la acción legal de las entidades locales. De modo que administrando se gobierna.” El mismo autor se dedica, de acuerdo con su tiempo a comentar la relación y diferencia entre Derecho administrativo y Administración y ahora sólo me interesa destacar la relación que establece entre el bienestar social y la justicia, cuando dice: “Porque fundada la sociedad en el principio sublime que al prescribir el sacrificio al deber hace respetar los derechos de todos, tiene por fin legítimo el mayor bienestar posible de los individuos en consonancia con la justicia, y no reconoce medios mejores que el estimular la perfección moral e intelectual de los asociados.”

Destaco pues los fines, los fundamentos para decir que el oGov, la Administración 2.0, la e-administración, etc. han de realizarse sin pérdida de esos fundamentos y bases y no pueden ser, finalmente un instrumento meramente al servicio de los cargos políticos, de imagen, de publicidad y, porqué no decirlo, de engaño al ciudadano o de inmoralidad. Utilícense en la formación de funcionarios y gestores, pero no se olviden, al menos los administradores públicos, de lo sustancial. Tal como van las cosas y como la carrera profesional de los funcionarios públicos se encuentra, basada en la confianza y en la libre designación y con políticos de partido, es fácil que (perdónenme la expresión) a cualquier niñato aficionado le baste con mezclar en su conversación con un político la gobernanza, el new management, el oGov, el informe Gore, etc. para conseguir un alto cargo o un alto puesto.

Hay más cosas que decir al hilo de esta cuestión y en relación, por ejemplo, con la modernización, pero será otro día.

6 comentarios:

  1. Coincido en buena medida con tu crítica, que me ha inspirado un artículo: opening governments.

    Bienvenido a la blogosfera pública. Veo que no acostumbras a poner hipervínculos en tus referencias. Te aconsejo que lo hagas. El enlace es la moneda de cambio de la blogosfera, una muestra de la voluntad de conversar, y la mejor manera de que otros descubran lo que has escrito.

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  2. He visto tu artículo y me gusta mucho. Agradezco tu consejo y el defecto creo que proviene de la forma en que realizo mis escritos, por lo que me ocuparé de corregir lo y mejorar.

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  3. En gran medida comparto tu reflexión, sobre todo porque está basada en un conocimiento de la realidad y el día a día de nuestras Administraciones. No obstante, aunque muchas veces sólo el collar sea nuevo, sí que estoy convencido de una cosa: el desarrollo tecnológico del que disponemos hoy día nos permite afirmar que estamos ante una oportunidad histórica de tener una Administración más eficaz, tanto por lo que respecta a la propia actividad de la Administración como, sobre todo, para la satisfacción de los derechos de los ciudadanos.

    Eso sí, sólo en la medida que sepamos aprovechar la oportunidad y que la modernización tecnológica no se acabe convirtiendo en una simple moda, riesgo del que adviertes muy gráficamente...

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  4. Julán estoy de acuerdo. No dudo de las ventajas e incluso de la utilidad política, pretendo destacar las cuestiones básicas para que los árboles nos dejen ver el bosque y para que los medios no se conviertan en fines principales.

    Pero también hay que pensar que la aplicación de estas técnicas, sistemas y elementos nuevos precisan de una organización dedicada a sacar conlusiones y proponer medidas y soluciones y correcciones o mejoras. de otro lado la red de relaciones internas de la Administración se complica mucho. Por ello el sistema acaba, por lo menos así lo creo, siendo más útil al político y a sus finalidades de propaganda, carrera, etc.

    El ciudadano por su parte si bien puede ver facilitada su labor, también puede encontrarse con un procedimiento enrevesado. A veces se puede acabar antes hablando con una persona telefónicamente que obedeciendo las instrucciones de un operador y marcando números según opciones.

    Yo, por ejemplo, quiero modificar algunos de mis datos fiscales y he renunciado, resulta más complicado que ir a la oficina de turno o enviar una instancia. Me volverán a hacer una paralela, no tendrán en cuenta mi recurso anterior estimado y tendré que volver a alegar y recurrir. Esa es muchas veces la situación, sin perjuicio de que existe un avance y de que hay que seguir en la línea.

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  5. El objetivo no es proveer servicios telemáticos, sino servicios de calidad. Y se pueden tramitar desde casa, en bata y zapatillas, mejor que mejor.

    Me extiendo más (a lo mejor, demasiado) en un post que he publicado al hilo de tus reflexiones.

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  6. Hemos cruzado comentarios, pues acababa de ver tu post. Yo creo que no hay controversia sino el señalamiento de las variantes que presenta la Administración y creo que empieza a ser muy claro que sustancialmente soy un hombre de derecho

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