En Valencia como en Madrid la izquierda más iluminada y totalitaria rige la Administración municipal, gracias a un PSOE desconocido, catalanista e independentista disfrazado de cordero, puesto que son estos los que dominan dicho partido y el gobierno de la Generalitat, pero en este caso gracias a la mencionada izquierda.
El alcalde y el concejal de tráfico son "ciclistas" declarados y que presumen de ello, como consecuencia su única visión respecto a la organización del tráfico viene presidida por dicha condición. La ordenación del tráfico en Valencia ha provocado un caos evidente en la circulación de los automóviles y ha aumentado el peligro de accidentes para los mayores o ancianos. Ya expliqué alguna pequeña medida que afecta a mi devenir callejero debida al citado concejal, pero nada comparado con todo lo que está ocurriendo.
Comento las últimas medidas adoptadas que afectan a mi barrio y al trozo de calle en el que habito. Hélas aquí:
La imagen la coloco desde mi perspectiva de acceso a mi domicilio. En la zona inferior la flecha roja corresponde al trozo de mi domicilio al que accedía, en su caso, mediante automóvil o taxi, entrando por la calle Clariano en la zona donde hay una curva para cambio de sentido. Ya no podía aparcar al objeto de carga y descarga; por ejemplo en la salida de vacaciones o cualquier otro fin que conllevará poner en el maletero algún bulto, pues por edad el peso supone para mí un perjuicio y no puedo andar cargado con mucho peso y varios bultos los 500 metros o más que me exige ir al garaje y más de una vez cuando son varios los bultos. Cualquier dejada de familiar en el domicilio implica una parada del tráfico. Además, cualquier servicio que te hayan de prestar en el domicilio se ve perjudicado por no haber espacio para aparcar pese a ser la zona de aparcamiento en batería. Las tiendas de la zona se quejan ya, pues la imposibilidad de una corta parada de un automóvil de clientes les perjudica. Hay una reacción en el barrio que, a no dudar, va afectar electoralmente.
Con la medida, las irregulares soluciones que se tenía de parar un momento para los menesteres señalados se han eliminado pues se realizaban en la zona donde principia la flecha roja en las esquinas curvas existentes a derecha e izquierda, donde se han colocado una zona barrada en blanco con barreras duplicadas como impedimento. Pero aún hay señales tapadas que dicen suponen que donde hoy hay aparcamiento en batería se pasará al cordón. La medida implica, pues, disminuir al menos el 50 por cien del aparcamiento hoy existente agravando ya una situación insostenible. Y no es para ganar espacio de circulación de automóviles; se dice que se van a ampliar más las aceras, lo que sólo beneficia a las denominadas terrazas de los bares que son la causa del ruido nocturno que perjudica el descanso de los vecinos. Aceras que ya se habían ampliado sólo para poner mesas los pubs, convertidos en restaurantes que causan permanentes molestias de ruido en zona declarada como acústicamente saturada. Y todo sea que la realidad sea poner un carril bici. ¡Y para qué hablar de los ciclistas y de su forma de circular¡ Un peligro total y si te quejas lo menos que puede pasar es que te hagan una higa (fingerhiga, bromearía yo). Un dechado de educación, civismo, elegancia en el vestir, enmochilados y encapuchados, modernos émulos de aquellos que promovieron el motín de Esquilache Cuando no, basureros con gancho, posible arma amenazante.
En fín, observen sencillamente la circunvalación a que se somete el acceso al tramo señalado de la calle Gorgos, teniendo que acceder por la avenida que está al extremo izquierdo de la imágen o Avda. de Tarongers o bien por la zona del extremo derecho Avda. Blasco Ibáñez para a través de una rotonda ( que no figura en la imágen) acceder a la calle Ramón Llull, cruzar a Leandro de Saralegui y seguir la flecha roja de Poeta Artola y giro a la derecha y vuelta a la plaza. Y después para salir hacía mi garaje las mismas circunvalaciones para llegar a Ramón Llull y a Serpis y Poeta Artola.
Y esta irracionalidad, este ir contra el automóvil, este entorpecimiento de la vida de los mayores, este ataque a la racionalidad, este apoyo de asociaciones de vecinos dominadas por la izquierda, no tiene posibilidades de prosperar en demandas jurídicas pues la judicatura no se va a meter en el tema y se escudará en la discrecionalidad, en la diferencia entre juzgar y administrar, etc. Sólo demostrar una carencia formal de motivación y una mejora de los intereses generales puede tener algún efecto y según el carácter y preparación del juez de turno. Me siento indefenso y sometido a una eutanasia a plazos y a través de medidas municipales. En el barrio estabamos mal, pero ahora cabe aquello del chiste ¡Virgencita que me quede como estoy¡
No hay comentarios:
Publicar un comentario