sábado, 29 de agosto de 2009

EL PALMA ARENA

Durante una breve estancia en Palma de Mallorca visitando a la familia que allí me resta, he comprobado el protagonismo absoluto que en la prensa tiene el asunto del velódromo Palma Arena y, con todas las reservas frente a cualquier noticia de prensa, el asunto presenta aspectos verdaderamente llamativos y que confirman muchas de las cosas que en este blog vengo esponiendo en relación con el papel de los políticos y los funcionarios o de la relación entre Política y Administración y sobre las garantías que representa la función pública en cuanto a la legalidad y la eficacia del Derecho. Entre las cosas que llaman la atención y reflejan cómo se actúa hoy en las Administraciones públicas está por ejemplo la afirmación del exgerente de la Fundación Illesport que confesó ante el juez que nunca comprobó las facturas y que no asistía a las reuniones pero redactaba las actas de las que celebraba dicha fundación, poniendo como asistentes a todos los miembros y eliminando luego a los no asistentes. Los acuerdos los reflejaba según lo que le decía el Director General de Deportes.
Lo primero que quiero destacar es el hecho de la organización mediante una fundación para escapar del Derecho administrativo, si bien este hecho no excluye a efectos de la contratación pública o administrativa de la condición de organismo público según la normativa europea y ahora por la nuestra. Pero es evidente que además de componerse de cargos políticos, el gerente, a buen seguro, contaría con un contrato de alta dirección o en todo caso su nombramiento sería de los denominados " a dedo" En definitiva una forma de evitar la administración pública, de falsa privatización y de aprovechamiento de las formas para subvertir el sistema y hacer cómodamente lo que se quiera. Todo muy "moderno" y muy "empresarial" y si tener que seguir los "rígidos" sistemas de selección del personal público.
Pero de nuevo el diario en otras ocasiones y en el día de hoy recoge unas declaraciones del expresidente del Consorcio para la constucción de velódromo confirma que el contrato se realizó prescindiendo del procedimiento legal, sin publicidad y a dedo. en otro puntos recuerdo haber leido que se afirmaba que no existía nada más que un contratista capacitado para la mencionada obra, lo que creo que nadie puede creerse y, además estimo, aun sin comprobarlo que el contrato debió publictarse en la Unión Europea.
En fin, con lo que dice la prensa es suficiente para darse cuenta de la utilización política, chapucera y corrupta de la cosa pública y de cómo se vienen haciendo las cosas hoy, de modo general, y de la manera en que se ha configurado una Administración que mal puede llamarse pública y que no ejerce potestades ni funciones garantes del derecho y de los intereses públicos.

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