A pesar de que ya ha transcurrido cierto tiempo parece necesario hacer referencia a las declaraciones de presidente de la patronal, Sr. Rosell, que a mí en esta ocasión no me suponen ningún escándalo, si bien la verdad es que lo que digan unos señores que tienen unos intereses tan concretos y, puede, que hasta encontrados con la gestión pública, no me merece especial atención o preocupación. Estimo más preocupante que los funcionarios no sean críticos, o no puedan serlo, cuando la situación en la Administración pública pueda ser, en parte, tal como el citado señor dice, y creo que yo he vivido el caso y el contrario, según épocas y momentos, y he trabajado al límite y también con comodidad, sin que ello obedeciera a mi voluntad o responsabilidad.
Por tanto, es a la Administración, ente o concepto que referimos de modo abstracto y general, a la que hay que atribuir lo malo y lo bueno de la organización y de la acción y, sin duda, y en consecuencia, al poder político que es a quien corresponde su dirección y, tal como está la situación actual, la elección o nombramiento de todo el nivel superior de cada Administración territorial y de sus personas jurídicas. En este blog se insiste permanentemente en la crítica de la gestión de personal y en sus consecuencias y, ante tanto responsable de nivel superior y tanta carencia de mérito certificado y real de quienes lo ocupan, hacer referencia negativa al funcionario en general es un error y supone una cierta demagogia o desconocimiento.
También se ha hablado mucho respecto de lo público y lo privado y de la eficacia en la gestión según se realice mediante procedimientos de empresa o de administración pública y no creo que en la actualidad la patronal puede sacar pecho, aunque también en su caso las responsabilidades hayan de compartirse con otros, ni tampoco los defensores de modelos de gestión privada en la administración pública pueden estar satisfechos de los resultados habidos en muchos casos, que han sido piedra de escándalo, por desgracia. El caso Emarsa en Valencia resulta un triste ejemplo que nos inunda con una noticia tras otra. ¿Significa todo ello que hay que eliminar toda forma de gestión privada en la Administración pública? ¿Es responsabilidad de los funcionarios el que lo que venían gestionando se encomiende a pandillas como las que surgen en este caso? ¿Se les echa, por ello? No, lo que se evidencia es que la utilización de sistemas racionales en algún caso se desvía con fines espurios, que no serían posibles con funcionarios profesionales, neutrales e independientes, elegidos por mérito y capacidad y con los sistemas o procedimientos de derecho administrativo que son los verdaderos obstáculos a sortear al efecto de conseguir intereses personales pero contrarios al interés general y público. ¿Es todo un negocio montado al efecto de subvencionar a los partidos políticos? ¿Si? pues ya me dirán ustedes si es mejor un sistema de función pública o no y si alguien tiene el valor de cesar funcionarios porque se montan estos tinglados o porque los empresarios encuentran que los procedimientos que garantizan el derecho les incomodan o suponen trámites que retrasan su negocio en garantía de otros derechos y de la verdad. Vamos que lo de la carne de caballo es pecata minuta comparado con los centenares de infracciones factibles de detectar y sancionar si la Administración pública contara con los medios necesarios al efecto, pero claro, para evitarlo, basta con hacer referencia a un estado policial y dictatorial o a la contrariedad al principio de libertad empresarial o a la economía.
¡Cuánto puede decir el simple ciudadano de patronales y Administraciones¡ y aquí estamos cornudos y apaleados e inánimes viendo el panorama.
Excelente blog. Sempre o visito pois você explana muito bem sobre administração pública. Convido-o a visitar meu blog: gustavolincolnadm.blogspot.com
ResponderEliminarUm abraço!
Muchas gracias.Veré el blog detenidamente.
ResponderEliminarUn saludo.