jueves, 6 de septiembre de 2012

DEMAGOGIA POLÍTICA

Comentaba en el último post la impaciencia respecto de la eficacia de las medidas adoptadas por el gobierno de Rajoy, igualmente consideraba la existencia de errores y de un descontento bastante generalizado y la importancia de los problemas que existen en la actualidad. que constituyen un conjunto frente al que no creo que, desde la transición, se haya tenido que enfrentar ningún gobierno, salvo que analicemos el periodo inmediatamente anterior a la guerra civil. Agrava la situación la inexistencia, en la práctica, de una Administración profesional y neutral. Pero lo que colma mis preocupaciones y me lleva a un marcado pesimismo es la demagogia política general, más acusada en los partidos de la oposición y, como es natural, en el principal de ellos que es el PSOE. A  mí por ejemplo no me gustan nada las últimas declaraciones de Rubalcaba, comprensibles si consideramos los modos políticos actuales y las estrategias electorales y para la consecución del poder sea como sea, pero es que me parece que se me está llamando idiota cuando dice, por ejemplo, que se destroza la sanidad o que los sin papeles se van a quedar sin ella y me indigna escuchar a gente (periodistas cuya formación en la materia es exigible) que hay que "rescatar" a los que tienen hipotecas o están en el paro, no porque humanamente no considere que algo hay que hacer, pero pretender con la crisis actual que el Estado de bienestar que estamos perdiendo, pase en cambio a ser un Estado de "beneficiencia" general, inexistente en cualquier parte del mundo e insostenible económicamente, es pura demagogia o ignorancia supina o buenismo infantil. 

Aquí hay que gobernar una situación a la que se ha llegado después de muchos años, quizá desde la propia transición, en la que no se libra nadie, más quien más ha gobernado y más quien ha gobernado ignorando problemas que ya eran evidentes, que se han negado o simplemente soslayado para que se apañe el que venga detrás, que además, entonces podrá ser criticado mejor. También demagogia es la plural petición de referendums para cualquier cosa, por políticos y sindicatos. Respecto de éstos, puestos a pedir referendums y aplicarles su receta, solicitaría uno sobre si hay o no que subvencionarlos a ver qué resulta. La izquierda quiere anular a los nueve meses las elecciones últimas utilizando el referendum. En fin, una vergüenza que no palia los defectos del actual gobierno y su escasas dotes para la comunicación y los generales incumplimientos de la legalidad. Influye también, dentro de ese buenismo señalado, la educación actual, la falta de preparar a la juventud para la competencia y el esfuerzo y no en que el papá Estado lo solucione todo, sin perjuicio de la labor que éste ha de realizar para crear situaciones favorables.

Estos políticos demagogos, en buena parte han gobernado, son corresponsables, se les han reído las gracias y alabado, en su caso, su "ironía" y "arte" como virtud política y muchos siguen llenado sus bolsillos gracias una labor que con el tiempo nos ha llevado a la bancarrota y que sigue sangrando nuestros bolsillos y condiciones de vida. ¿No sería mejor confesar las culpas y pedir perdón? Colaborar y arrimar el hombro para salir de la crisis sin pretensiones de "cogobernar" sería más decente y más político, en el pleno sentido del término. Al menos yo, como ciudadano lo agradecería. Nada de pretender modelos políticos y económicos insostenibles e inviables en el sistema europeo que nos rodea y del que formamos parte, no nostalgias de modelos "socialistas" que se han mostrado inviables en el tiempo y cuna de dictaduras absolutas. Al menos, si se pretende eso que se diga con claridad, sin utilizar  la democracia como vía de engaño y de beneficio. Más gobierno, más Administración, más ética y menos inmorales, incapaces  y demagogos sostenidos por el partido de turno  y el dinero de todos es lo que necesita España. Lo dije, en algún momento, en tiempo de Franco se decía que la Falange chupaba del bote y  dije también que en la democracia se chupaba de la piscina, pero ahora han secado la fuente y quiere beber nuestra sangre sin sacrificar nada y con las mismas prestaciones. Sencillamente es imposible. No va a quedar ni un bote del que chupar y, además, no parece que haya políticos capaces de serlo de verdad y para terminar por hoy, de la obra Ética eudemia de Aristóteles (Traducción Julio Palli Bonet), recojo este párrafo: Sin embargo, la mayoría de los hombres políticos no merecen verdaderamente ser llamados así, pues no son, en verdad, políticos, ya que político es el hombre que elige las bellas acciones por ellas mismas, mientras que la mayor parte de los hombres abrazan esta vida por dinero y provecho. Habrá como Diógenes que buscar esos políticos propiamente dichos con un candil, moderno por supuesto, y también buscar, de ellos, alguna buena acción en estos tiempos de dolor. Y una vez más, por si alguno existe (si es que por casualidad acceden a este post) y se siente incluido indebidamente, lo siento, es imposible no generalizar.

4 comentarios:

  1. No estoy en absoluto de acuerdo con tus argumentos. Te olvidas de que el Estado de "beneficiencia" ya existe, pero no para las personas que tu mencionas, sino para las entidades bancarias. Mal vamos si deshumanizamos el Estado en favor de entes con personalidad jurídica y sin responsabilidad moral. Por otra parte, efectivamente hay modelos económicos insostenibles, pero insostenibles con el sistema fiscal actual. No hay economía que se pueda sostener haciendo recaer la presión fiscal mayoritariamente en los asalariados. Éstos deben ser el motor del consumo y del trasvase monetario en favor de las empresas generadoras de empleo y por lo tanto de riqueza y prosperidad para el país. No se puede cargar sobre sus espaldas la subida del IRPF y del IVA; no olvidemos que el IVA grava principalmente al consumidor final, los intermediarios lo soportan, pero luego lo repercuten al usuario-consumidor. En fin, que la inmensa mayoría de las personas no somos culpables de la situación económica sino víctimas. Por cierto, no olvides que Diógenes despreciaba a la humanidad. Si ese es el paradigma de la filosofía social actual... apaga y vámonos.

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  2. Me parece muy bien que estés en desacuerdo, desde el punto de vista humano. Pero una cosa es la humanidad y otra el gobernar de acuerdo con las posibilidades económicas de un país y conforme a la ley. Lo mismo que la moral es una cuestión individual y el Derecho colectiva, por ejemplo. El problema ha de solucionarse internacionalmente y no con posturas que desde el punto de vista de una buena Administración a mí me parecen demagógicas, sobre todo si el resultado es la ruina. Por que sabía que el artículo puede tener opiniones contrarias, tengo en mente, precisamente, escribir sobre Derecho, Orden y Libertad, que creo que tiene relación con el tema de lo que es o no demagogia.

    La carga que señalas y sus efectos son ciertos. Pero eso ya lo he criticado bastante. Aquí de lo que se trata es que en ningún caso nuestro derecho y desde tiempos franquistas, por ejemplo, ha permitido que al necesitado no se le atienda en la sanidad pública, como se dice. Pero en su tiempo era exigible el certificado de pobreza y hoy no se excluye de dicha asistencia a nadie que lo necesita. Cosa distinta es cobrar a quien se aprovecha de un sistema que no tiene correspondencia en el resto de los países, cuando puede abonar el servicio. Lo que arruina nuestra sanidad es el gasto insoportable, sin perjuicio de que existan otras vías para no gastar tanto sin repercutir siempre en el mismo. Eso es lo que hace que luego la demagogia triunfe y sus argumentos prosperen.

    Gracias por colaborar con tu opinión que supongo que muchos compartirán.

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  3. Definitivamete, me parece bien que noe stes deacuerdo porque aveces el estado solo acata o acepta las propuestas sin tener opinion alguna acerca del tema, muy buena opinion pero como te daras cuenta cada quien tiene su punto de vista de ver las cosas

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  4. Con tanto anónimo no sé si se trata del anterior anónimo o de otro y a quién se dirige.

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